Memorias y un adiós sin remedio... son los momentos del alma. Momentos de paz.
Caminantes, sólo caminar, y se hace el paso más firme sólo con el momento ideal. La suerte no existe, todo es un dado al azar. Y si el dolor es fortaleza ya nada me destruirá. Es el pensar el después, sin siquiera comprender el ahora. Sea como sea, el momento es eterno. Un despertar de sentimientos sonsos que son energía y (representan) sabiduría. Hay alguna verdad que no se dice, alguna caricia que no se da, siempre que se besa se siente el beso, cuando se mira perdido, el alma espía... pero ahí estaba yo, detrás del muro, cerca del pozo que es mi refugio. Algo pasó. Aquella noche vi a aquellos locos mirar la luna, y su mirada enloquecía.