Una cuestión de tamaño

miércoles, 29 de junio de 2011

Habitante

Si te digo que te quiero y no me creés aunque insista; si me desgarro los ropajes y cuelgo los sombreros y saco la basura y pinto las habitaciones de azul y te habito sin que te des cuenta.

Si te encuentro mientras te distraés escribiendo tratados que te ayuden a no encontrarte; si sos lo que busco y lo que se me escapa; si sos eso que me siembra en los dedos este terror genuino de saberte inmóvil y acechante.

Si por las dudas cubro mis espaldas con cáscaras de naranja; si la esperanza hace que me desgarre los ropajes y cuelgue los sombreros y saque la basura y pinte las habitaciones de azul y te habite sin que te des cuenta, es porque estás ahí y no me ves, no me olés, no me sabés habitar.


FV

martes, 28 de junio de 2011

La compro a ella

—Por mil es tuya.
—No tengo mil.
—Podés pagarla en tres, seis o doce cuotas.
—No tengo tarjeta.
—Podés pedirle a algún conocido, algún amigo…
—…No tengo amigos…
—…Algún familiar, alguien del trabajo…
—…No tengo familia; no trabajo…
—…Alguna comunidad o asociación en la que estés inscripto…
—…No estoy inscripto en ninguna comunidad ni asociación ni nada.
—También ofrecemos nuestros productos por canje, pero para eso precisamos una garantía…
—…No tengo nada para poner como garantía.
—Podríamos hablar con el gerente para que la pagues con trabajo…
—…No tengo tiempo.
—¿Alguna propiedad? ¿Empresa, casa, auto? ¿Una herencia?
—¿Sos pelotudo?
—…
—¿Sos pelotudo?
—…
—¿No entendés que no tengo nada para darte, hermano?
—Está bien; está bien. Tranquilo. Olvidate de los mil. Te lo rebajamos a uno, cerramos el trato y te la llevás.
—No llego.


FV

viernes, 24 de junio de 2011

Lento

Lento voy caminando, solo yo estoy pensando, sobre esa vez, aquella vez
Las cosas se fueron dando, yo seguía esperando, y yo sin poder, yo sin saber
Vos estabas sufriendo, muy lento por mí muriendo, no puede ser, jamás lo deseé
Nunca nada dijiste, ni una señal me diste, nada que hacer, qué triste que es
Yo siempre quise eso, eso que vos me diste, tal vez no te di, nunca fue al revés
Capaz debo ir olvidando lo que por ti dentro traigo, lo tengo que hacer, todo de una /vez
No sé qué está pasando, el tiempo sigue avanzando, y yo sin poder, yo sin querer
El fin voy imaginando, no quiero pero lo hago, vos no sabés, no lo ves
Lento voy caminando, solo en vos voy pensando, solo otro pie, ya no me ves.


RS

jueves, 23 de junio de 2011

Galletitas de chocolate

Si fuera por mí no vendría nunca más, pero la gente está loca. Me siento tan ajeno a este lugar, rodeado de pobres enfermos que no tienen nada en qué pensar, mientras a mí se me hace tarde para la hora de la merienda. Faltan ocho minutos para las galletitas de chocolate y las agujas del reloj parece que no se movieran.

La mujer de enfrente seguía callada y parecía más atemorizada que antes. Ella también me molestaba, era una loca cualquiera, igual que todos los que estaban ahí. Pero yo no. El doctor era el único que me creía. Él era bueno. Por eso cuando me obligan a venir, vengo. Es un gran doctor, me escucha siempre con atención. Antes me molestaba que me obligara a tomar pastillas. Ahora no. Solo como galletitas de chocolate.


ML

Perla

Un día normal. Nada más que realidad. Es solo una noche, una noche espacial.

Realidad que, si no duele, intenta doler.

Es como vivir una enfermedad. Tan silenciosa es, que enmudece. La vida o la parca muerte en la carne, en la carne propia. Lo verías mejor así, llorando, cuando cada lágrima es igual a cada una de tus gotas de sangre. Ambas recorren algún camino azaroso, tibio y sin retorno. Siempre, siempre una razón las hizo aparecer.

Eternamente me costó levantarme del suelo si estoy lleno, boca abajo y por alguna circunstancia de vida. Pero perennemente me reto para seguir adelante. Miro  a los árboles; ellos que son tan pesados, ellos que, incluso por el propio hecho e incluso por tierra enterrados, se levantan.

Se termina al fin este frío sudor que recorría mi piel, mi ser.


RS

lunes, 20 de junio de 2011

Salado

Qué salado. Qué bueno. Obvio. Qué bueno. Me imagino. Es lo más cerca de Tarantino que vas a estar, seguro. Obvio. Por ahora (risas). Obvio. Salado. Pero es como estar a un paso de Tarantino. Fa, salado. Qué bueno. Obvio. Ta… Obvio. (Risas.) Ta. Sí, sí. No, no. No… Qué salado, bo. Seguramente te dejen entrar en la cuestión esa. (Risitas ahogadas.) Ta, pero… Sí, eso es horrible. Ta, bueno, pero es como para entrar en calor, bo. Le vas a sacar una foto a él y que me la firme, ¿ta? ¿Ta? Salado. Salado. Y después hago un póster. ¡Ay, qué bueno, Juli! ¿Te han dicho algo más? Ah, viste… Sí, sí, sí. Ta, bárbaro. Sí, ta, por lo menos veinte. Bueno, me alegro, che. Sí, yo estoy en facultad. Dale, dale. Nos hablamos, ¿ta? (Silencio.)


FV

Qué lindo silencio

Dicen que en el árbol vivía una chica media mona. Trepaba y sola subía. Nadie la quería ver.

Dicen que tenía pulgas y que comía bananas. Desde chiquitita no quería bajar.

La gente le ponía lechugas y demás alimentos simiescos, pero la chica mona no comía nada de lo que le dejaban.

La chica del árbol no quería bajar y la gente pensaba que eso realmente era verdad.

Ella se inclinaba mientras pensaba.

La chica mona solía gritar incoherencias que la gente no lograba entender. Pero la escuchaban.

—¡Es bueno saber que no estás!—, era un grito de los más que por ahí se escuchaban.

Nadie jamás nunca se animó a intentar descifrar los enigmas de aquellos mensajes.

Seguramente porque sus mensajes eran demasiado claros.

“¡Es bueno saber que no estás!”

Un grito de más.


RS

domingo, 19 de junio de 2011

Cuentito de gato

Me hubiera encantado conocerte en uno de esos lugares en que el tiempo pasa lento.

Hubiera tenido alguna oportunidad de decirte esas cosas.

Soy una persona tímida, de esas que no hablan con tan solo querer. Esa es la razón
por la que me hubiera gustado conocerte.

Seguro que no sabes todo lo que yo sé de vos. Que reís perfecta, que mirás perfecta, solo tenemos que hacer un par de cosas bien, solo un par, para que en un momento, para que una sola vez sea la correcta y puedas saber cómo me gustaría que me conocieras a mí también.

Sé que por mordido nunca supe como maullar. MAULLARíA aunque sea una vez, para que en un momento, para que en una sola vez, puedas saber cómo me gustaría que me conocieras a mí también.


RS

viernes, 17 de junio de 2011

Hablar en serio

No sé por qué se me ocurrió pensar que alguna vez lo podrías haber dicho en serio. Que alguna mísera vez te podrías haber equivocado con tu conciencia cenicienta, y, por error, por una equivocación terca, te podrías haber creído la mentira que tantas veces te habías forzado a destruir, a salvaguardar con odio en tu cuerpo, allá adentro. Lo pensé porque te vi dudar cuando me pediste que ya no te rompiera más las pelotas, porque creí darme cuenta de que en tus ojos te arrepentías de haberme dejado en esta soledad frizada en este tiempo terroso, sucio, en este retorcimiento glandular de emociones falseadas por tus insólitas ganas de confundirlo todo. Pero entonces –sí, recién entonces– todo estaba más claro que el aire y supe que no, y que no, y que no no.


FV

jueves, 16 de junio de 2011

Hasta que mamá nos dijo

Callados, esperamos nerviosos el veredicto del jurado. Nos contemplamos los rostros para poder detectar algún signo de debilidad. Inestables pero optimistas. La expectativa nos está atacando de a poquito.

Debatimos en silencio por largos minutos. Conocemos el resultado pero no nos atrevemos a comentarlo. La humillación es un precio que ninguno quiere pagar.

El sonido de las escaleras nos devuelve a la realidad. Al instante levantamos la mirada y la fijamos en la nueva protagonista que acaba de entrar en escena.

La intrusa es una mujer madura, madre de dos niños nerviosos. Nos habla de talles, botones y un montón de otras cosas que ahora no recuerdo. Nos advierte, como si acabase de tomar una decisión con su marido, que desde este momento el traje del abuelo pertenece a mi hermano. Perdí la batalla.


ML

martes, 14 de junio de 2011

Narco

Nos encontramos en la plaza a las cuatro. No tiene cara de querer hacer amigos esta tarde. Muy bien. Vayamos al punto. Miro para los costados; sólo hay frío y cemento sin gente, así que saco el fajo y empiezo a contar. Me mira mientras cuento. Yo no lo veo, eso es obvio, pero sé que me mira con un ojo, al mismo tiempo que controla los alrededores con el otro. Me apuro al máximo. En pocos segundos los paso de una mano a otra para asegurarme de que traje todo. Termino. Con la cabeza todavía gacha estiro la mano y aflojo los dedos. Siento un tirón. Sigo mirando el piso. Unos pasos se alejan. Respiro profundo. Levanto la vista y, mientras empiezo a temblar, lo veo subirse al auto. Mierda. La bomba ya tendría que haber explotado.


FV

lunes, 13 de junio de 2011

Galletas Premium Salvado

Señora: soy un hombre desocupado. Reciclador. Desafortunadamente, por mi edad, no me toman en ningún lugar laborable. Si usted tiene alguna cosa para darme o algún trabajo, le estaré muy agradecido. Desde ya, muchas gracias. Aníbal

Aníbal escribió en un pedazo de cartón rectangular, excepcionalmente rectangular, que en el dorso dice: "Galletas Premium Salvado. ¡Un nuevo sabor en tu mesa! La Trigueña".

Aníbal tiene buena caligrafía y casi perfecta ortografía.

Aníbal vive en un barrio al que las Galletas Premium Salvado no llegan si no es todas dobladas, dentro de bolsas de nylon, mezcladas con restos de mierda, sangre vaginal, vestigios sueltos de fluidos testiculares y cáscaras de naranja podridas.

Aníbal podría pensar que La Trigueña le está tomando el pelo. Podría, entonces, enojarse mucho y lastimar. En cambio, deja un cartoncito escrito y pide trabajo.


FV

domingo, 12 de junio de 2011

Felicidad

Lo rodean finos muebles, ropa de seda, whisky del mejor. Desde el fastuoso living ve la enorme piscina, sus autos caros y piensa. Piensa en su adolescencia.

Cuando sentía que era distinto, en su limitado entorno material comprobaba su mente sobresaliente, su inteligencia frente a los demás. Soñó entonces un futuro pletórico y feliz con todos sus más increíbles sueños cumplidos. Era rico, sí, muy rico en afectos. Familia y amigos. Pero no lo entendía entonces. Nadie le avisó y tarde, demasiado tarde comprobó cuál riqueza era la verdadera y cuán irrecuperable es, porque el dinero no sirve para recuperar lo valioso. Ahora lo sabe. Parsimoniosamente apaga su último cigarrillo, toma su último sorbo de alcohol, abre el primer cajón de su escritorio de roble antiguo  y se juega a lo único que –quizás– podría devolverle su felicidad.


MC

sábado, 11 de junio de 2011

Por la misma puerta

Oí los gritos y el disparo final. No pude contener las lágrimas, pero al sentir su presencia en la entrada de la habitación, tuve que callar los sollozos. Tapé mi boca con las dos manos y miré perplejo la puerta que se abría. Mi padre ya no estaba gritando; estaba tranquilo. Quedó unos segundos parado y de repente se acercó. Le miraba las botas que, paso a paso, volvían a hacer el mismo camino que había hecho mamá minutos atrás. Mi silencio era ya casi inaguantable; estaba conteniendo la respiración cuando se sentó en la cama. Cargó el arma y volví a sentir cómo las heridas se iban cerrando. Mamá tenía razón: el ruido se termina alguna vez. Desde abajo pude ver cómo sus piernas perdieron el control. Como si hubiese querido dormir una siesta.


ML

viernes, 10 de junio de 2011

Asiento libre (II)

¿Viste cuando vas en el bus y afuera está lloviendo y es de noche y estás volviendo a tu casa y querés llegar y venís sentado en uno de esos asientos dobles pero sobre el lado del pasillo y te estás muriendo de ganas de que alguno de los otros asientos dobles del bus quede vacío para que vos te puedas sentar del lado de la ventana y así evitar a los tipos que tienen muchas camperas y te tocan cuando pasan o a las señoras gordas-bajitas-y de lentes oscuros que te revolean por la cara las bolsas que les dieron en Ta-Ta y que te dan ganas de levantarte y bajarlos de un cabezazo pero no podés porque el tipo con las camperas es muy grande y la señora que revolea bolsas es demasiado baja?


FV

No gris

Su entorno es triste, apagado, sombrío; está hundido en una gama de grises y marrones decolorados. Paredes, muebles, su ropa, ella misma. Como su vida de adolescente pobre, enfrentada a todas las carencias, su autoestima está horadada por feroz discriminación ancestral, que, aunque provenga de su ignorancia y no de su maldad, cumple su fatal misión.  Por horas piensa en soluciones tan fantásticas como trágicas. Por horas piensa en sus sueños –que ella cree– no posibles. Cuando pasa el momento oscuro, la rebeldía de su juventud la desafía y recurre a lo único de la casa que la deslumbra y que resalta con su color ambarino, naranja, vivo, de belleza inigualable, donde ella se fascina maravillada de que exista algo tan magnífico a su alcance, luz maravillosa que ilumina su entorno gris: una tibia taza con .


MC

jueves, 9 de junio de 2011

Produciendo verdes

Ayer descubrí que cuando me pongo nervioso mi producción de mocos se multiplica. Empiezo a sentir cómo las fosas nasales se cargan y las narinas se hinchan como globitos estirados y viejos. Si me miro al espejo, a menudo soy lo suficientemente astuto como para darme cuenta de que incluso la punta de la nariz se vuelve más sanguinolienta, como más morada. Ahí es que me pongo nervioso de verdad, porque mi nariz se convirtió en una marea suave de mocos verdes demasiado despojados de vida y demasiado apegados a mis narinas, que a esta altura no saben qué hacer con tanta merca, y yo no sé cómo decirle a los muchachos que tienen que parar de producir, que la oferta es demasiado grande para una nariz tan pequeña, refinada, bien educada y sensible como la mía.


FV

Unexpected

It sounds very difficult imagine myself as a rhino in an unexpected situation. It´s even harder if I also speak in Spanish or any other language being the rhino.

Maybe if any other person want this work a little, just a little more than me, I not even think about it and give the whole thing in that precisely moment. I am not saying something bad, don´t you dare to put any problematic or discriminating face to me. The thing is that anybody else must carry this heavy charge upon his mind. It´s hard to be me.

Well, a long time has passed. Nobody appear. Anybody want to live with this job.

So now, I just speak loud when I am seeing my horn. I work as a rhino in this unexpected speaking situation. HORN. I mean, POINT.


RS

miércoles, 8 de junio de 2011

11.11

Los primeros tiempos ellos aparecían ocasionalmente. La sorprendían y hasta la divertían. Poco a poco la curiosidad la llevó a buscarlos y ellos respondían cada vez mejor. Ahora la acechan con su luz roja en la oscuridad; ella los busca y junto con ellos aparece el miedo. Despierta súbitamente y los encuentra con mezcla de sorpresa y temor. Allí están: 0.00, 1.11, 2.02, 2.22, 3.33. Cuando despierta en 5.55 se siente aliviada, ya casi se tiene que levantar. Los cinco minutos fatales la hacen despertar en el 6.06. La habitación empieza a iluminarse, el día combate el protagonismo de los numeritos rojos. Entonces se siente aliviada, liberada, y con supremo esfuerzo decide olvidar a sus enemigos durante el día. Vuelve su atención al nuevo celular cuando recibe un mensaje y le muestra –en rojo– que son las 7.07.


MC

Obamasama



FV

martes, 7 de junio de 2011

Y el maximus plan (famous Scar)

Clavaría mis mordidas uñas en ti para jamás dejarte partir. Luego en tu carne crecerían y, por fin, seríamos uno los dos. Era evidente que este día llegaría. Años de estudio y preocupación para al fin tener la maximus idea. Qué glorioso día.

Pensar que tardé unos nueve o diez años en ver lo que estuvo delante de mis ojos y guardado ahí nomás. Ese estante ya tenía polvo.

No quiero que sea como esos casos de siempre. Tampoco que sea algo de nunca; tan solo que sea como hacen esos pocos pero intentar darme cuenta si fuera muy tarde. Demasiado para poder hacerlo o siquiera animarme a poder decirlo.

Este sueño vino bien. Buenas ideas. Recuerdos imborrables. ¿A quién no?

Gracias Scar por haber matado a Mufasa. Haré lo mismo sin matar.


RS

Kangrejho

Tal vez un mundo en el cual estar, tal vez un sol para mi iluminar, un “sí, puedo” descartado por no preguntar. Y vas, caminando de costado.

Hay tantas sombrillas abiertas al cielo, aunque está nublado. Y girasoles abiertos hay. ¿Será que son esclavos?

Ya salís otra vez y te movés solamente para cranear lo más que puedas tu realidad. ¿Entonces? ¿Qué ves?¿Qué hay?

Otra caminata, cada vez mas sinsensata.

Sí, me da igual si ya no creés en los demás. Yo pienso igual. Si nos falta dejar la baba y nada más.

Puros gusanos. Y no quedan manzanas.

¿Será por eso que a otros tu baba hacés resbalar? Y no te culpo, pues vives en sociedad.

¿Y qué hay para mejorar?

Es que te crees animal y lo eres, pensando. ¿No ves? No creés en los demás


RS

lunes, 6 de junio de 2011

Agua (II)

El francés está en la playa, sentado en la arena, de espaldas a la isla, mirando una roca, haciendo como que el océano le pasa por los costados y no lo ve.

Él no ve que ella está ahí, dando vueltas alrededor, preguntándole cosas que él no sabe cómo contestar porque cree que no las escucha.

El francés, como un huracán írrito, como una paloma brutal, cierra los ojos hasta que empieza a sentir, de a poco y con sorpresa creciente, que alguien lo está observando.

Los dibujos en la arena se deshacen de pronto y se mezclan sin permiso en una ola desecha, llegada en su último suspiro.

El francés se levanta, deja la rama que llevaba, se frota los ojos y se va despacio, terco, convencido de que ella no puede estar llamándolo desde los juncos.


FV

sábado, 4 de junio de 2011

Resoluttt

Ni las mismas estrellas, ni es el mismo sabor. No puedo dejar de pensar en esta cosa que me hace estar así.

No parece haber solución, no parece siquiera a alguna otra cosa. Es más que todas. La cosa del alma... y ahora lo creo.

Si existe el todo, el todo es mente y mi mente hace mi todo. Si lo buscara no existiría. Pero el todo debe ser bueno y malo a la misma vez.

¿Por qué buscar el todo sabiendo que los extremos son malos? Creo llegué a mi conclusión: no buscar el todo; para nada lo malo; y en racimos lo bueno.

No hay mala palabra salvo que esta sea mal tomada. No hay cosa escondida que al tiempo no sea sabida. ¡No mires por la ventana! pues en tu cara se va a romper.


RS

viernes, 3 de junio de 2011

Meses de verde espera irreal

Levantando paredes, asesinatos, drogas voladoras, sólidas. La demencia de lo racional domina;
conocer la ley humana, natural.

El mal o el bien, da igual. No se sabe diferenciar. Violencia planificada y muerte una, una y otra vez resucitada. ¿Dónde queda el otro?

No me vengan con la moral, la anestesia cultural no lidiará jamás con lo natural.

Miedo, incomprensión, peligro, ayuda, fe, dueño, migajas, muertes y dominio, diferencias e igualdades en la misma mesa. No me vengan con esa sal mojada y vieja.

Tener que verla partir me partió el corazón. Me dijo que volvería y todavía no volvió.

Me parte el corazón, una y otra vez, tener que haber aceptado su partida, obligación imperante del bien moral. Suspiro, mis últimos pedazos de corazón.

Adiós desde lejos, quiero estar cerca. Sigue ahí por mí.


RS

jueves, 2 de junio de 2011

Ah

El sonido llegaba a cada rincón de la casa. Otro ladrido y yo seguía ojiabierto, mirando por el único pedacito de luz que contrarrestaba la envolvente oscuridad. Estaba helado de miedo. ¿Qué más podía hacer? Las cortinas de la ventana se habían movido ya dos veces y no sabía si la tercera sería la última o siquiera si habría una tercera vez. La situación se ponía peor. Otro semiladrido curtió mis pupilas mientras un balazo seco semiapagó el ladrido. ¿Qué más descubriría a través de esa diminuta abertura? ¡Qué indefenso! ¡Mierda! ¿Qué hago?

Ya llevo media o una hora. No escucho ni veo nada pero hay olor a pólvora. Un par de horas más y todo irá bien. Es olor a pólvora y está muy cerca de mi puerta. Espero que sea pólvora vieja y no sea nadie.


RS

miércoles, 1 de junio de 2011

Lecho sin leche

Ella se sienta a esperar la muerte. En un lecho sin leche ella se sienta a esperar la muerte. Sin pensar que se puede volver atrás, en un lecho sin leche ella se sienta a esperar la muerte. Sin saber que todo es mentira, sin pensar que se puede volver atrás, en un lecho sin leche ella se sienta a esperar la muerte. Ella está convencida de que se equivocó, de que su hijo no se tendría que haber caído en el pozo, de que no tendría que haberle robado a su madre, de que no puede estar todo el tiempo pensando en sexo animal, así que, con toda la determinación, sin saber que todo es mentira, sin pensar que se puede volver atrás, en un lecho sin leche ella se sienta a esperar la muerte.


FV