Una cuestión de tamaño

martes, 28 de junio de 2011

La compro a ella

—Por mil es tuya.
—No tengo mil.
—Podés pagarla en tres, seis o doce cuotas.
—No tengo tarjeta.
—Podés pedirle a algún conocido, algún amigo…
—…No tengo amigos…
—…Algún familiar, alguien del trabajo…
—…No tengo familia; no trabajo…
—…Alguna comunidad o asociación en la que estés inscripto…
—…No estoy inscripto en ninguna comunidad ni asociación ni nada.
—También ofrecemos nuestros productos por canje, pero para eso precisamos una garantía…
—…No tengo nada para poner como garantía.
—Podríamos hablar con el gerente para que la pagues con trabajo…
—…No tengo tiempo.
—¿Alguna propiedad? ¿Empresa, casa, auto? ¿Una herencia?
—¿Sos pelotudo?
—…
—¿Sos pelotudo?
—…
—¿No entendés que no tengo nada para darte, hermano?
—Está bien; está bien. Tranquilo. Olvidate de los mil. Te lo rebajamos a uno, cerramos el trato y te la llevás.
—No llego.


FV

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Sólo se publican comentarios que hayan sido firmados.