Una cuestión de tamaño

jueves, 16 de junio de 2011

Hasta que mamá nos dijo

Callados, esperamos nerviosos el veredicto del jurado. Nos contemplamos los rostros para poder detectar algún signo de debilidad. Inestables pero optimistas. La expectativa nos está atacando de a poquito.

Debatimos en silencio por largos minutos. Conocemos el resultado pero no nos atrevemos a comentarlo. La humillación es un precio que ninguno quiere pagar.

El sonido de las escaleras nos devuelve a la realidad. Al instante levantamos la mirada y la fijamos en la nueva protagonista que acaba de entrar en escena.

La intrusa es una mujer madura, madre de dos niños nerviosos. Nos habla de talles, botones y un montón de otras cosas que ahora no recuerdo. Nos advierte, como si acabase de tomar una decisión con su marido, que desde este momento el traje del abuelo pertenece a mi hermano. Perdí la batalla.


ML

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Sólo se publican comentarios que hayan sido firmados.