Una cuestión de tamaño

viernes, 29 de abril de 2011

Tiempo

“¡¿Y EL TIEMPO?!”, le grita al árbitro una mujer que está a mis espaldas. Un jugador del Inter está tirado en el pasto del estadio Centenario, aparentemente dolorido, y la mujer, una grada más arriba de donde estoy yo, está muy exaltada. “¡¿Y EL TIEMPO?!”, sigue preguntando, cada vez más salida de sí, cada vez más gorda.

Porque no preciso darme vuelta; ya sé que la mujer que nos está acalambrando es gorda. Muy gorda, probablemente, y muy irritable. Sé, también, que si mañana la pecho sin querer me va a gritar igual que a este fosforescente árbitro paraguayo. No voy a saber contestarle. Sin embargo, esa pregunta que lanza al aire, y que bien podría ser un gargajo o una tangerina, encierra en realidad todos sus miedos de gorda gritona, toda su ansiedad contenida de beligerante futbolera.


FV

2 comentarios:

  1. pá! que intenso... es el primero que leo en el que me olvidé de contar al vuelo las 140 palabras... la gorda es la hinchada, cada vez más gorda, cada vez más hinchada... la boca de la gorda es la boca de la hinchada, henchida de palabras que se desbordan... la gorda es a su manera la más sensible a ése influjo... la única capáz de soportar sobre sí tamaña denuncia sin salir modificada, antes durante y después sigue siendo ella... cualquier otro hincha, a falta de la gorda, no soportaría ser el portavoz de la masa, (que no el pan de vida, está claro). La hinchada es un ser que emana de la sumatoria de las emociones de los individuos, es un cascarón monoemotivo.

    impresionante transmisión FV!

    volvemos a estudios!

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  2. Pablo Caravia

    (la firma del comentario anterior)

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