Una cuestión de tamaño

sábado, 30 de julio de 2011

Anular

Voy a aprovechar este rato para escribirte lo que estoy pensando. Digo voy a aprovechar porque si no, no me dejás hablar. No es que no me guste escucharte; es más, me encanta oírte decir todas esas palabras raras, tan difíciles que tengo que repetirlas mentalmente dos, tres veces para acordármelas y después vengo y las busco en el diccionario y vos seguís hablando tan lindo, yo ya me perdí, y cuando vuelvo ya no importa; por eso te decía que voy a aprovechar ahora que dormís y no te escucho para decirte que tenés una sonrisa que apaga las estrellas y palabras que me marean, y que tus manos siempre son tan lindas y tan limpias que me gusta mirarlas y que hoy vi, lo vi en serio: tenés una sonrisa, unas palabras, y tenés un anillo.

SL

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