Una cuestión de tamaño

viernes, 13 de mayo de 2011

Consuelo

, está bien, te tenés que ir a pegar una ducha, pero quién te consuela, habrá algo que alguna vez te vaya a poder calmar esa angustia de estar así de sucio, así tan lleno de porquería, con tu cuerpo que no te lo perdona y lo sabés y sabés lo que va a pasar así que no te hagas, porque sabés todo, estás consciente y hacés como que no y todos sabemos que sí y que vos y que ella y que él y que a veces no querés y que a veces no podés y que siempre es igual y que nunca entendés aunque sepas porque son cosas distintas decís sin ganas y después pedís y no te dan y te enojás y te vas y no volvés y no te importa y no importa nunca.


FV

1 comentario:

  1. lavaos los unos a los otros dijo Jesucristo el patasucia, como esta puta me lavo los pies con su lengua, y lloraba, y me seco con su pelo de andar mil calles a la vez que recordaba con memoria celeste a un tal laotse que inspirado piraba en poemas de harapos despreocupados llevando en sí de esos tesoros que no se pueden robar de sutiles que son, oro que no se saca de ninguna mina, oro de orar, silencio que hace bajar un dulce rocío que alimenta con solo tocar la piel mugrosa de minerales del polvo de andar caminos largos sin calzada humana, sinsuelo

    pablo caravia

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