Una cuestión de tamaño

miércoles, 25 de mayo de 2011

Pero la vieja

Mujer anciana, bastón en mano, vestido de harapos, lento tu andar.

Cubre tu cabeza un manto bien blanco, porque así el tiempo la quiso dejar.

Quisiera acercarme y preguntarte: ¿por qué a tu lado nadie llevas?

Mujer anciana, bastón en mano, vestido de harapos, lento tu andar.

Sólo observo tu rostro surcado, por huellas que el tiempo quiso pintar.

Con pasos muy lentos te alejas y vas. Pierdo tu andar al verte doblar.

Nada más que humo, en señal de lo que piensas. Y. por lo que leo, piensas: ¿qué estarán pensando los que arriba están? ¿qué estarán diciendo de nuestra forma de actuar?

Supongo ellos nos miran desde un ángulo especial, y pueden calificar lo que está bien y mal.

Cuidado hay que tener, cuidado al pensar, están descifrando lo atrevida que estás. EL FIN.


RS

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