Y si algo te dijera que esas hojas en el suelo no bailan a causa del viento ni se iluminan por los focos ni forman esas figuras imposibles sólo por algún azar.
Y si algo te diera a entender que el motivo de que se topen unas con otras no es sólo que no tienen ojos o que no pueden oír o sentir.
Y si por un segundo pareciese cercana la posibilidad de que estas hojas de fines de abril no fueran apenas desprendimientos cancerosos de árboles asustados, y en cambio surgiera muy fuerte adentro tuyo la certeza de que están vivas, inexplicablemente vivas para sus cuerpos quebradizos e inmaduros.
¿Y si estuvieras seguro de que no sos vos que pateás las hojas mientras caminás por tu callecita semioscura?
¿Y si te están siguiendo?
FV
así, a mí, me alcanzó el amor...
ResponderEliminarpablo caravia
Y si están vivas, soy un asesino.
ResponderEliminar